¿Qué significa que la curva de tipos se haya invertido? Explicación e implicaciones para el futuro de la economía global
Hoy, 6 de septiembre
de 2022, el bono americano a 10 años está ofreciendo una rentabilidad del
3.129%. A su vez, la rentabilidad del bono americano a 2 años se sitúa ya cercana
al 3,47%. Cuando esto sucede (la rentabilidad del bono a largo plazo está por
debajo de su contrapartida a corto plazo) se dice que la curva de tipos se haya
invertida. ¿Qué significa esto? ¿Por qué debería preocuparnos cuando en una
economía se invierte la curva de tipos de interés? En este breve artículo
explicaremos qué hay detrás de este fenómeno y lo que implica para el futuro de
la economía global.
Como explicamos en
el artículo anterior, los tipos de interés (en este caso reflejados en la
rentabilidad del bono soberano) no son otra cosa que la recompensa que demandan
aquellos inversores que prestan su dinero para que otros lleven a cabo sus
proyectos de inversión. Por un lado, los prestamistas han hecho el esfuerzo de posponer
su consumo inmediato y han acumulado parte de su capital que ahora deciden destinar
a la inversión. Por otra parte, los prestamistas corren el riesgo de que su
capital no se les sea devuelto (o al menos una parte de este). Por todo lo
anterior, los prestamistas demandan una recompensa o rentabilidad. Los tipos de
interes son dicha recompensa y en el caso del bono americano viene determinada
por el cupón de la obligación.
Pongámonos en la
siguiente situación: Usted ha acumulado cierto capital y decide invertirlo en
bonos de Estados Unidos. Al hacerlo tiene dos opciones. O bien invertirlo en un
bono que le promete devolverle esa cantidad en dos años, o bien invertirlo en
un bono que tardará 10 años en devolverle su dinero. Como debería ser lógico,
el inversor exigiría un cupón superior al bono a 10 años puesto que está
renunciando a ese dinero durante más tiempo y mayor es la probabilidad de que
algo suceda entre medio que impida al deudor devolver el préstamo. Pues bueno,
en la actualidad nos encontramos la situación opuesta. Por prestar su dinero a
corto plazo los inversores están demandando una rentabilidad mayor que por
prestar esos mismos fondos durante un periodo más largo. ¿Cuál puede ser el
motivo?
El motivo no puede
ser otro que el hecho de que los inversores están descontando con una alta
probabilidad que pase algo en un corto periodo de tiempo que impida a Estados
Unidos devolver el capital prestado. Y ese algo es una recesión económica. Dada
la actual coyuntura económica y política, los inversores prefieren invertir en
bonos a largo plazo temiendo que en los dos próximos años Estados Unidos se
encuentre en recesión y haga un default de su deuda.
El problema no es
tanto el hecho en sí de que la curva de tipos de interes se haya invertido sino
lo que esto trae consigo. Según un estudio del Banco de la Reserva de San
Francisco, en 9 de las últimas 10 veces que la economía estadounidense entró en
recesión, la curva de tipos se había invertido uno o dos años antes. De
continuar el patrón, cabría esperar una fuerte desaceleración de la actividad
económica en los próximos meses. En la actualidad, el diferencial entre el bono
a 10 y 2 años se sitúa alrededor de 30 puntos básicos y es el nivel más alto
desde el año 2000. Ni siquiera en la pasada crisis financiera del 2008 llegó el
spread entre estos dos vencimientos a cotas tan altas.
La inversión de la
curva de tipos de interés no es un indicador infalible a la hora de predecir
futuras recesiones. Como bien sabemos, hechos pasados no determinan el comportamiento
futuro. Sin embargo, es un signo preocupante y que no debemos pasar por alto.
6 de septiembre de 2022
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