¿Por qué son los tipos de interés de la deuda pública americana más altos que los de la deuda europea?
A fecha de hoy, miércoles 24 de agosto de 2022, el tipo de interés de la deuda española a largo plazo se sitúa en el 2,56% mientras que el de la deuda americana se encuentra alrededor del 3.06%. ¿Qué representan estos tipos de interés? ¿Por qué debería extrañarnos que los tipos en Estados Unidos sean más altos que en España? ¿A qué se debe esto último? En esta sección del blog trataremos de dar respuesta a todas estas preguntas.
Los tipos de interés determinan el cupón que pagan los bonos soberanos a los inversores en este tipo de activo. Por aclarar, cuando hablo de que el tipo de interes de la deuda española a largo plazo está en el entorno del 2,56% me refiero a que el bono español a 10 años emitido hoy está pagando un cupón del 2,56%. Los tipos de interés, especialmente aquellos sobre bonos con un vencimiento superior a 10 años (y de paises con una economía sólida) son muy importantes dado que estos activos están considerados como activos libres de riesgo. El tipo de interés libre de riesgo se utiliza en infinidad de modelos de valoración de activos. Por lo tanto, cualquier variación sobre estos tipos da pie a cambios en la valoración de compañías, bonos y otros productos financieros.
A su vez, y más en relación con el tema de hoy, los tipos de interés son un buen indicador de la solidez del sistema económico de un país. Cuando un país necesita financiación, este puede conseguirla emitiendo bonos por los cuales debe pagar un cierto cupón. Cuánto más sólida es la situación económica de un país, menores cupones deberán pagar sobre sus obligaciones dado que los inversores tenderán a confiarle su dinero por una rentabilidad menor al tener claro que su dinero se les será devuelto. Históricamente, Estados Unidos ha tenido unos tipos relativamente bajos debido a su baja probabilidad de impago.
En cuanto a la situación actual, los tipos de interés de la deuda pública de los países se están disparando. Ante la necesidad de combatir la tan alta inflación, la mayoría de los países estan elevando sus tipos de interés. En España, las letras del tesoro están cotizando a su mayor nivel desde 2015, momento en el cual el Banco Central Europeo comenzó su compra masiva de deuda pública de los países periféricos.
Pero entonces, si España se financia actualmente a unos tipos de interés más reducidos que Estados Unidos, ¿significa eso que España se encuentra en una situación más solvente que el gigante norteamericano? No necesariamente. Aunque existen más motivos, en la sección de hoy nos centraremos en lo que se refiere a las expectativas de subidas de tipos por parte de los respectivos Bancos Centrales.
La explicación es la siguiente. La deuda pública a largo plazo no deja de ser una de las muchas alternativas que existen en el mercado. Por ejemplo, la deuda a largo plazo debe competir con la deuda a corto plazo. Teniendo en cuenta la preferencia temporal y la aversión al riesgo propia de los inversores, para ser atractiva, la deuda a largo plazo debe ofrecer los tipos de interés a corto plazo más una prima. Esto es, una prima para los inversores como compensación por inmovilizar su capital durante un periodo de tiempo más prolongado1 . Dicho esto, debemos entender que los bancos centrales son capaces de influir en los tipos de interés a corto plazo a través la política monetaria. A través de la contracción y expansión de sus balances, los bancos centrales pueden controlar la oferta monetaria a su antojo y, por consiguiente, los tipos a de interés. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre España y Estados Unidos?
Pues bien, desde hace ya unos meses, la Reserva Federal está siguiendo una política monetaria más agresiva que su contraparte en Europa, el Banco Central Europeo. Mientras que el BCE, se ha limitado a tímidas subidas de sus tipos de interés de entre 25 y 50 puntos básicos, la FED está siendo más contundente y ha llegado a subir sus tipos 75 puntos básicos para poner freno a la inflación. En estos momentos, los mercados están descontando una tasa terminal de los tipos en Estados Unidos de entre el 3.5% y el 4% lo cual estaría por encima de las previsiones para la Eurozona. Si se espera entonces que los tipos de interés a corto plazo suban más en EEUU, esto se traduce en alzas en los tipos a largo plazo. Como se espera que la FED sea más contundente que el BCE, esto explica la divergencia en los tipos de interes a largo plazo entre las dos regiones.
Para hacernos una idea de las expectativas del mercado acerca de los tipos de interés a corto plazo podemos acudir al mercado interbancario. El Libor en Estados Unidos o el Euribor en Europa es el tipo de interés interbancario medio al que una selección de bancos se otorgan préstamos a corto plazo. A fecha de hoy, el Libor en dólares a 12 meses cerró por encima del 4% mientras que el Euribor en euros lo hizo cerca del 1,3%. Hagamos un ejercicio mental. Si en Estados Unidos, la deuda pública a 10 años pagara un tipo de interes similar al de España del 2,5%, un banco americano se enfrentaría a la siguiente decisión: o bien invertir a un año en el mercado interbancario al 4% o bien invertir a 10 años al 2,5%. No parece que ningún banco elegiría la segunda opción. Por tanto, los tipos de interes a largo plazo en EEUU tenderán a subir. En España la situación es la contraria. Un banco en España puede decidir entre invertir a largo plazo al 2,56% o a corto plazo al 1,3%. Aquí la decisión se complica y puede haber quien esté interesado en comprar deuda publica a largo plazo. Por lo tanto, los tipos de interes a largo plazo se situarán a un nivel inferior que en Estados Unidos.
Para concluir, ¿cómo de sostenible es esta situación? La deuda pública española (y europea en general), seguirá pagando tipos de interés más bajos mientras el BCE siga subsidiando a las economías europeas vía política monetaria laxa. La cosa cambiará cuando, debido a una inflación insostenible, el BCE no tenga otro remedio que empezar a cortar sus estímulos monetarios y subir tipos. Esto sí supondrá un problema grave teniendo en cuenta el alto endeudamiento de las economías europeas, especialmente la española.
24 de agosto de 2022
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